El año pasado sufrió la pérdida de su padre. Ahora analiza el impacto del final de Kirchner. Dice que le hubiera gustado “preguntarle por qué se empeñó en desmembrar los partidos”.
Por Gabriel Ziblat
Optimista. Alfonsín cree que la oposición no sufrirá alteraciones y que él será el futuro presidente.
—Una gran impresión. Incredulidad. Pena. Conmoción. Uno puede discrepar, enojarse, y al mismo tiempo sentir pena frente al dolor y sufrimiento ajeno. A veces cuando veo a los responsables de la dictadura más sangrienta de la historia argentina en esa situación siento también lástima. Lo que no significa desdecirme de nada de lo que dije. Sigo pensando exactamente lo mismo acerca de la concepción de la política del ex presidente, lo mismo acerca de su gestión, la misma mirada crítica.
—Creo que si Videla muriera, más de uno festejaría.
—Nunca haría eso. No puedo sentir placer frente al dolor ajeno. Por más que esa persona se haya hecho merecedora de ese sufrimiento. Tal vez tenga que ver con una formación cristiana. Pero no haría nada para evitar que reciban el castigo que la ley establece, y mucho más por actos tan horrorosos. Yo sentí pena frente a Saddam Hussein.
—¿Cómo vivió los funerales?
—Como se vive un funeral en general. Yo fui con mi familia, porque la Presidenta nos había visitado a nosotros cuando murió papá.
—Hace un año le tocó pasar una situación similar. ¿Puede comparar la reacción popular?
—En ese sentido, sí. Y hay diferencias también. Pero que las expliciten quienes tienen que hacerlo, no yo.
—Ya se dice que estos dos casos ingresaron a un lugar histórico, junto a Yrigoyen, Evita y Perón.
—Sin ninguna duda. Y la historia se encargará después de hacer las valoraciones y las precisiones acerca de lo que representó cada uno de ellos.
—¿Cómo cree que esto puede impactar políticamente?
—No creo que haya grandes cambios. Me parece que se van a seguir profundizando las principales líneas que han caracterizado hasta ahora la gestión. Pero habrá que esperar que pasen los días.
—¿Y le parece que es el camino correcto que debería seguir la Presidenta?
—Yo creo que debería tener más disposición al diálogo. Y que haya una mayor inclinación a establecer entre oficialismo y oposición una relación más civilizada. Y esto requiere de ambas partes, no sólo del oficialismo.
—Muchos dicen: “¿y ahora qué?”. ¿Se lo pregunta?
—Me pregunto cómo van a reemplazar esa hiperactividad que tenía Kirchner. Pero estoy seguro de que hay muchísimos dirigentes que lo acompañaron que tienen condiciones para seguir actuando. Tal vez no con la misma eficacia, pero habrá que ver.
—Algunos dudan de si Cristina se fortalecerá o se debilitará como Isabel Perón.
—No, de ningún modo. A algunos incluso les gustaría. Pero no lo considero. Por supuesto que va a tener que sobrellevar los primeros tiempos. Se le va a hacer más difícil.
—¿Se puede beneficiar el FpV electoralmente?
—No, no creo. Esto puede generar un sentimiento, que se expresa en términos de imagen, de simpatía. Pero al votar se hace por otras cuestiones.
—Algunos pensarán en su crecimiento desde la muerte de su padre.
—Puede ser que se transfieran afectos, imágenes. Pero a la hora de votar la gente hace otro tipo de valoraciones.
—¿Qué cree que puede pasar ahora con el peronismo?
—Algunos especulan con la posibilidad de que se reúnan de nuevo, pero yo no creo. No por ahora. Porque creo que todavía están muy frescas muchas heridas. Y me parece difícil que se puedan saldar antes de 2011.
—¿Cree que Cobos se puede ver perjudicado?
—No lo sé, no creo. Pero de todas maneras el que va a tener que competir con el Frente de la Victoria soy yo, porque voy a ganar la elección interna.
—¿Se puede especular con una fórmula con Binner ?
—Lo de la fórmula es una especulación. Lo que es una realidad es que estamos trabajando en conjunto sus equipos y los nuestros.
—Si tuviese la oportunidad, ¿qué es lo último que le diría a Néstor?
—Le haría preguntas. Por qué en lugar de buscar aliados respecto de algunas cuestiones en las que podríamos haber acompañado, se empeñó en desmembrar y cooptar a partidos como el nuestro. Y también le preguntaría por qué no tuvieron más cuidado con las instituciones. No lo entiendo. Me gustaría poder haber discutido con él eso.
Veintisiete años después de un triunfo histórico
Ayer se cumplieron 27 años desde el día que la población votó a Raúl Alfonsín como el primer presidente democrático tras la última dictadura militar. El radicalismo tenía previsto actividades, como una campaña de afiliación en Capital, pero las suspendió por la muerte de Kirchner. Ricardo Alfonsín reconoce que sigue siendo una deuda pendiente el lema de que “con la democracia se come, se cura y se educa”. “Nosotros creímos que reemplazando a los militares podíamos empezar a construir una Argentina mucho más justa y pasar de una democracia política a una social. Esa es la gran deuda que tiene la democracia”, aseveró. Además, consideró que en estos 27 años el crecimiento institucional tuvo “altibajos”. “El desarrollo institucional se detuvo en alguna medida en la década del 90 y creo que sufrió daños también en los últimos años.”
fuente:http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0519/articulo.php?art=25189&ed=0519#sigue
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